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10 marzo 2011

El orgullo puede a la razon de ambos.

Se sienta en el banco, está lloviendo y no hay ni un alma en la calle. Hoy es un dia gris; las nubes cubren todo el cielo y hace frio. A ella le gustan los dias asi, supone que es porque, ultimamente, se sienta igual. Grias, fria y llueviosa. Se olvidó de donde estaba durante unos instantes para centrarse en todo lo que habia dentro de esa pequeña cabecita loca...
Dejó de lado lo que amaba, para hacerle bien a esa persona. Pero en el fondo era porque amaba a otro. Aunque a estas alturas ya no sabe nada. No sabe lo que de verdad siente, o sí y no quiere darse cuenta.
En el fondo quier a ese chico con el que estuvo, lo quiere mas que a nada y mas a nadie, porque le enseñó a luchar por lo que quería, a no rendirse, a aprender de los fallos, le habia enseñado tanto... Pero sabia que le estaba perdiendo, que ya nada era como antes. Ella siempre decia que nada era igual despues de una pelea, y no se equivocaba. Habia hecho bien en intentar olvidarlo, pero se equivocó en volver. Estaba apunto de perderle, y a otra persona que queria igual o mas... que tanto llegó a significar; por quien habia sufrido y habia aguantado mas que con nada. El amor no existe, pero sí las pruebas de amor y ella se lo habia demostrado de una forma que, evidentemente, él no la entendia.
Lo que importa son los hechos, sí. Pero no todos son buenos... Ella lo único que quería era verle feliz, por eso se alejaba tanto de él, porque le veia feliz sin ella. Se lo habia dicho, miles de veces, pero no le creia.
Era su alma gemela, por muy cursi que sonara, él era la única persona que le entendia, al igual que ella a él por mucho que dijera que no.
"Soy feliz asi, con estas pequeña cosas que me unen a ti como pada petalo a su rosa."
Él le daba todo con una simple sonrisa, aunque no lo supiera, aunque nunca llegara a creerlo, era mucho en su vida. Se atrevería a decir que era todo.

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