El dos de espadas.

Me dijeron lo falso que eres y no quise hacerles caso. Me avisaron de que tuviera cuidado contigo y me metí en la boca del lobo sabiendo que me iba a terminar por comer.
No se exactamente a qué juego, solo se que la partida no ha terminado, de que queda mucho por jugar y de que no he jugado mi mejor carta. Se que a ti todavía te quedan muchas cartas por echar y es que, eres el jugador con más experiencia de esta ronda. Eres quien va eliminando a cada nuevo jugador que entra. Yo, solo soy una que se guarda cada estrategia tuya para sacarlas cuando más las necesite. Soy aquella pequeña alocada que juega en una esquina, viendo cada uno de tus pasos. La que se arriesga a ratos, pero que espera el momento correcto para echarte de esta partida. Soy aquella chica que se las busca para no ser eliminada.
Esto cada vez se pone mas interesante, o es que es tan rutinario que quiere hacerlo interesante. Todavía es pronto para dar un paso de gigante, por lo pronto voy a paso de hormiga, se ven mejor las cosas.
Ahora es el momento de agachar la cabeza para escoger una nueva carta que me acerque hacia tu derrota.

Tú la fruta prohibida y yo la serpiente que quiere morderte.

Empezar con un paso y seguir con otro, acabar andando, incluso corriendo. Dejar que pase el tiempo,
mientras vas escuchando todas esas canciones de tu ipod, mientras te recorres la ciudad, mientras pasas por
esos sitios que miraste pero que nunca llegaste a ver. Mientras te fijas en las personas que pasan a tu lado sin
atender a ellas.
Terminar en medio de ninguna parte, con la misma canción y con el mismo pensamiento en tu mente. Dejar
que el agua de la lluvia caiga por tu rostro llevándose los restos de aquellos besos. Esos besos que intentas
olvidar pero que siguen ahí, como si los hubiesen grabado con fuego en tu piel.
Y acabar con un suspiro, tumbandote en el césped mojado recordando, una vez más, aquellas estúpidas
palabras.

Transparente como el agua y puntual como un reloj.

Cada 28 dias es cuando discuto con él y no en plan coña, me dura tres dias el enfado. Es algo normal a estas alturas...
Sí, me coincide con lo que estamos pesando todos. Puf.
Sí, hoy es el primer dia de amabas cosas. Mejor será que no me saquen de mis casillas.

Me acostumbré a tenerte lejos y lloré, delante de un espejo.

Y mirame, yo invulnerable ante ti, y tú ante otra.

Como la luna gana la guerra al sol.

No, nunca iba a perderle.
Me habia dado cuenta, que siempre estuvo a mi lado. Pero, no estoy hablando de hace semanas, si no de meses, de casi un año. Desde el 12 de Junio, ha estado apoyandome y animandome a su manera. Pero sobre todo ha estado cuidandome, siempre; "pero yo quiero que tengas cuidado vale?
porque te quiero un monton,pero eso no quita que te puedan hacer daño,me gusta protejerte aunque a veces sea dificil.."
Han entrado y salido muchas personas en todo este tiempo, pero él es una de las pocas que se han quedado.

Cavando trincheras si te echo de menos.

Cuando quiso retroceder ya era tarde. Había perdido lo que más le importaba.
Se sentía mas vacía de lo que ya estaba, y no, no se sentía bien. Había llegado a aprender a vivir alejada de esa persona, pero nunca se le pasó por la cabeza decirle un adiós definitivo.
Ella no tenia miedo de nada, pero esta vez sí lo tenia; de no lograr acostumbrarse a estar sin él.

Querido idiota;

Si te hice creer que no me importas, perdoname, nunca fue esa mi intención. Solo quería que estuvieras bien. Hazme caso cuando te digo que eres lo mejor de mi vida. Que si estas mal yo me muero, que cuando te enfadas y te da por ser borde no tengo ganas de nada. Que mi felicidad depende de la tuya. No hagas caso de lo que haga, lo que escriba o deje de escribir, porque lo mas importante; todo eso que siento todas las horas de todos los dias no lo sabe nadie, ni lo escribo en ningún sitio, porque no veo la necesidad de que nadie lo sepa. Acuerdate que estuve a tu lado siempre que me llamabas, que esperaba por ti el tiempo que hiciese falta. Que escribia por ti, porque eres la única persona que me inspira lo suficiente como para hacer buenas historias, por lo tanto, expresarme mucho mejor. Que se de sobra como te sientes, porque he llegado a sentirme igual. Que yo tambien se lo que es el amor y tambien me voy dando cuenta cada dia de lo que es y todo lo que significa.
Te escribo esto porque no creo que llegues a leerlo ahora, porque necesito decirtelo aunque nunca llegues a escucharlo. Que se que no vas a ser mio como tal, pero no quiero perderte. Me conformo con poco, pero que para mi es mucho.
Quiero que sepas, que voy a estar siempre a tu lado, que me alejaré pero no me iré nunca, jamás.

El orgullo puede a la razon de ambos.

Se sienta en el banco, está lloviendo y no hay ni un alma en la calle. Hoy es un dia gris; las nubes cubren todo el cielo y hace frio. A ella le gustan los dias asi, supone que es porque, ultimamente, se sienta igual. Grias, fria y llueviosa. Se olvidó de donde estaba durante unos instantes para centrarse en todo lo que habia dentro de esa pequeña cabecita loca...
Dejó de lado lo que amaba, para hacerle bien a esa persona. Pero en el fondo era porque amaba a otro. Aunque a estas alturas ya no sabe nada. No sabe lo que de verdad siente, o sí y no quiere darse cuenta.
En el fondo quier a ese chico con el que estuvo, lo quiere mas que a nada y mas a nadie, porque le enseñó a luchar por lo que quería, a no rendirse, a aprender de los fallos, le habia enseñado tanto... Pero sabia que le estaba perdiendo, que ya nada era como antes. Ella siempre decia que nada era igual despues de una pelea, y no se equivocaba. Habia hecho bien en intentar olvidarlo, pero se equivocó en volver. Estaba apunto de perderle, y a otra persona que queria igual o mas... que tanto llegó a significar; por quien habia sufrido y habia aguantado mas que con nada. El amor no existe, pero sí las pruebas de amor y ella se lo habia demostrado de una forma que, evidentemente, él no la entendia.
Lo que importa son los hechos, sí. Pero no todos son buenos... Ella lo único que quería era verle feliz, por eso se alejaba tanto de él, porque le veia feliz sin ella. Se lo habia dicho, miles de veces, pero no le creia.
Era su alma gemela, por muy cursi que sonara, él era la única persona que le entendia, al igual que ella a él por mucho que dijera que no.
"Soy feliz asi, con estas pequeña cosas que me unen a ti como pada petalo a su rosa."
Él le daba todo con una simple sonrisa, aunque no lo supiera, aunque nunca llegara a creerlo, era mucho en su vida. Se atrevería a decir que era todo.

Solo quiero decirte que hay corazones que no huyen de la tormenta.

Me paro y sonrío; no se que hago aquí, no tengo motivos para salir a la calle. Antes salía solo para verle a él, salía solo para mirarle a los ojos y ver que me seguía queriendo. Ahora que se que no me quiere, que se ha ido y no va a volver. ¿Para qué salgo? Sinceramente, me da igual; aunque hoy sea la ultima vez en mucho tiempo, me quedaré aqui.
Me gusta venir a este sitio de vez en cuando, desde aquí veo toda la ciudad, desde aquí me siento grande, capaz  de hacer cualquier cosa, cualquiera.
Empieza a llover, no me importa, es mas, me gusta que llueva aquí arriba, ayuda a desahogarme.
Entonces aparece él, vestido como de costumbre, como tanto me gusta. Se quita su sudadera, y me la pone encima de los hombros.
-Te vas a congelar aquí arriba.
+¿Qué haces aqui?
-Ando buscando algo.
+¿Puedo saber el qué?
-Cuando lo sepa yo, sí.
+Aqui no hay nada.
-Vengo andando desde mi casa, estoy empapado y no se porque he salido. Tenia la necesidad de venir a este sitio, algo habrá.
+Interesante.
-¿Tú qué haces aqui?
+Me apetecia salir.
-¿También has venido sin saber por qué?
+No, yo siempre vengo aqui.
-¿Para qué?
+Mira.-Le señalo la ciudad entera, cada personita que anda por esas calles, corriendo para no mojarse.- Desde aqui veo todos mis problemas con todas sus soluciones.
-Desde aqui te sientes "invencible".
+Exacto.
-Oye, yo...
+¿Tú?
-No, tú, ¿tienes o quieres decirme algo?
+Sí.
-Creo que ahora es el mejor momento.
+Te quiero.
-Quiero que me digas algo sincero, no las mentiras de siempre.
+Que no voy a dejar de quererte.
-Seguro.
+Yo lo he intentado.
-Pero a mi no me sirve eso.
+A mi tampoco me sirve que hagas cosas como las que hicistes. Yo tambien soy capaz de decir un te quiero sin sentirlo, ¿sabes?
-Eso ya lo has demostrado.
+Tú tambien.
-¿Quieres que me vaya?
+¿No te habias ido ya?
-Siempre he estado aqui.
+Deja de decir siempre, porque nunca has sentido nada de lo que me estás diciendo.
-No me conoces.
+Te conozco mejor de lo que piensas. Conozco todo tus pasos, los que has dado y vas a dar. No eres el único que conoce a sus presas antes de matarlas.
-Yo no mato a mis presas.
+Si lo haces. No te das cuenta, pero lo haces continuamente, con cada palabra que dices.
-¿Y tú?
+Yo no miento, yo se lo que digo, porque lo digo, como y cuando lo digo. Y después, si alguna vez lo estropeé, lo arreglo. A ti te da igual lo que sientan tus presas, las matas sin piedad. Hay veces que eso es mejor que cualquier cosa, ¿pero te has parado a pensar que alomejor quieren seguir viviendo?
-¿Tan cruel crees que soy?
+Sí, incoscientemente, pero sí.
-Te equivocas.
+No. Te equivocas tú al venir aqui y esperar una disculpa. Te equivocas tú al pensar que voy a querer volver. Te equivocastes tú al decirme aquello.
Me quito su sudadera y se la devuelvo, esperando a que capte la indirecta.
-No me equivoqué al pensar que ibas a volver. Quieres, incoscientemente pero quieres.
+Tú lo has dicho. Quiero que te vayas, que te alejes de mi. Quiero
-Quieres tantas cosas...¿como a él, no?
+Quiero que te des cuenta de una maldita vez que nunca voy a querer a nadie de la misma forma que te quiero a ti. Que nunca vas a encontrar a alguien que te de lo que un dia quise darte yo. Quiero que te quede claro, y no pienso repetirlo, que eres tú y ningun otro.
-Entonces, ven y mirame a los ojos.
Me acerqué a él.
-Dime, ¿de verdad quieres que me aleje?
+Sí.
No sentía ninguna lastima por él, tal vez por mi, porque... bueno, no por perder el tiempo, si no por creer que podia llegar a más, a mucho mas.
Él se dio media cuelta sin decir nada, sin acercarse por ultima vez. Prefería eso, él lo sabia.
Me senté en el suelo, me daba igual lo mojado que estuviera. Miré hacia la ciudad, me quedé en blanco por un momento. Después me di cuenta de todo; no me arrepentia de nada, había aprendido bastante todo este tiempo, me había gustado.
Sonreí, no por última vez.
+Gracias.