Había naufragado.

Había tenido un día bastante raro, pero le había servido de mucho, auqneu fuese para mal. Era temprano, pero apenas podía con su cuerpo, asique decidió irse a su cuarto y tumbarse en la cama. Normalmente habría cogido el ordenador pero no tenía animos para hablar con nadie. Se empezó a quedar dormida, y antes de quedar completamente quitó la manta y las sábanas de la cama y se metió dentro. Cerró los ojos e intentó no pensar en nada, aunque eso le resultara muy dificil... En ese momento se le vinieron a la cabeza todos los momentos más importantes para ella, como una ráfaga de fotografias capturando esos segundos exactos. Y no pudo evitarlo, una lágrima bajó por su mejilla. Se sentía como una estúpida cada vez que se le pasaba por la cabeza un momento junto a él. Porque todos fueron mentira. No llegaba a entender por qué le queria tanto si no había hecho nada por ella. Supongo que no tenía nada mejor que hacer que torturarse a ella misma. Y se le daba muy bien, demasiado.
"Sufre más de mil veces al dia de pena, pero no llora por temor a naufragar."

Por tus verdes ojos tristes.

Nada era igual que antes, habían cambiado mucho las cosas en un par de días. Aunque para ella todo era tan aburrido y rutinario como siempre. Sabía la gran mayoría de lo que pasaba fuera de su burbuja, pero nadie sabia lo que le pasaba dentro. Era como estar atrapada en un espejo con cristales negros, o en la parte de atrás de un coche con los cristales tintados. Excepto cuando le daba la luz; cuando pasa eso, todo el mundo corría para asomarse a la parte de atrás de ese coche para ver lo que había dentro. Pero ella sabía que en días de tormenta un rayo de sol dura muy poco tiempo en el cielo, y no se equivocaba. Volvía a llover y ella seguía dentro de su burbuja, no tendría por qué mojarse, pero se calaba hasta los huesos. Y no era que estuviera encerrada lo que más miedo le daba, ni tampoco no volver a ver la luz nunca más...Si no terminar por acostumbrarse a todo aquello.

Entre suspiros sola esperaré a mi fin.

Llevo varios días sin escribir, sin sentir, sin reaccionar. Apenas como, ni duermo y no se qué hacer. Pero no dejo de pensar. Puedo hacer diez textos en una mañana y otros diez en la misma tarde, esos veinte en la noche y no grabarlos en ningún sitio. Se que son buenos, pero las ganas de no hacer nada me pueden.
Me siento apartada de todo, de mis amigas, de mi mejor amigo, de mi familia, de mi equipo, hasta de mi misma.
No se que coño va a ser de mi vida. No se como cojones seguir adelante.

14 de abril de 2010

Hoy hace un año que conocí a mi mejor amigo. Si, a esa persona que es como un hermano para mi. En realidad, es el hermano mayor que siempre quise tener. Él me da todo lo que necesito para seguir adelante; una sonrisa, un abrazo, unas palabras, unos ánimos, unos consejos... Él me ha estado aguantando dia a dia durante un año entero, no había dia que no hablara con él, no habia dia que no me hiciera reir.
Rectifico aquello que dije en alguna entrada antigua, la persona mas importante que tengo es él, porque es el amigo que viene cuando los demas se van, o cuando no están.Es el amigo que te dice la verdad por mucho que te duela, el que te ayuda. Es... es todo para mi, o es más que todo.
A veces, la gran mayoria de las veces, siento que se me queda pequeña esta vida para agradecerle todo lo que hace por mi, que no es poco.
Y me da muchisima rabia el no verle hoy, porque siempre me pasa lo mismo, cuando quiero no puedo y cuando no quiero puedo... Pero llegué a acostumbrarme a esto hace tiempo.
Lo que quiero decir, es que Francisco Javier Carrasco Ortega es mi hermano del alma y que le quiero muchísimo.

Desmotiva;

Que quieras hablar con esa persona tan importante para ti, y que esté bipolar y te haya tocado el polo negativo.

Y no quiero que te pienses que me he olvidado de ti.

Y cuando por fin me hice a la idea de ser solo tu amiga, me muestras una pequeña puerta por la cual puedo entrar, por la cual se ve un hilo de luz, de esperanza. Y yo, que ya sabes como soy, que me ilusiono por cualquier cosa, vuelvo a estar donde antes para que me vuelvas a hacer daño inconscientemente.Y aqui estoy, pensando, una vez mas, que esta vez será la definitiva.

Por ese idiota que no se merece que tus ojistos de angelito derramen una lágrima.

Salgo a la terraza y veo todos esos coches pasar y de alguna manera me hace bien, centrarme en una cosa tan simple para olvidar cosas tan complicadas. Y no me lo explico como se puede llegar a querer tanto a alguien, y no poder o no querer olvidarle. Y una lágrima cae por mi mejilla, porque quiera o no, no puedo dejar de pensar en él. En la persona que me ha enseñado tanto, sobre todo a ser fuerte y que ahora soy debil, pero solo porque él me hace debil. Porque supongamos por un momento que no le amo a él, si no a uno de esos que pasan enfrente de mi casa todos los dias; no seria lo mismo. Me olvidaria rapidamente de él, porque no me daria nada, a comparación.
Estúpida. Por creerme todas sus mentiras. Por creer que podia llegar a ser algo y encontrarme con que siempre hay otra antes que yo. Por creer que era especial para él. Estúpida por derramar lágrimas por un idiota que lo único que sabe hacerme es daño, que son mas los momentos tristes junto a él que los felices.
Y ya se cual es la solucion, olvidarme, alejarme todo lo que pueda de él. Pero no puedo, no quiero alejarme porque es la única persona que me entiende, que sabe entenderme, es la única persona que me ayuda de verdad. Hay algo que tengo que meterme en mi pequeña cabecita; es solo amistad.
Me costará verle y reprimir un suspiro, pero es lo mejor. No para él, si no para mi. Que creo que ya va siendo hora de dejar de pensar en los demas, y ahora que puedo; pensar en mi.